¡Plaza Catalunya está en obras: se está re-construyendo!

¡Hola!

Espero que estéis bien. Estos días han sido extraños. Cada día veo a más personas sin asistencia social y a más ancianos echados de los hospitales en los que deberían ser atendidos. A veces, ni siquiera los dejan entrar. ¿Este es el tipo de sociedad que quiero?

Sin embargo, no todo son malas noticias. Esta semana solo pude estar una noche en la Plaza de Catalunya. Por cierto, aquel interesante personaje que conocí, (Dios), sigue por allí. Volvimos a conversar, y realmente tiene un discurso inquietante. Os explico un trozo de la conversación:

– Oye Dios, ¿cómo te ha ido estos días por la Plaza?

– Bien y regular… La verdad es que es incómodo ser Dios en los tiempos que corren, me da una cierta vergüenza… Pero también bien, porque veo que la semilla de la utopía y la esperanza siguen con buena salud.

Me di cuenta que Dios tenía ganas de hablar. Creo que se sentía solo y algo triste. Por esto antes de dormir, le escuchamos un rato más:

– Durante muchos años, la gran mayoría de la gente, cuando me rezaba, me pedían la fuerza y la motivación para que les ayudase a cambiar el mundo.

– ¿Y funcionó? – Le pregunté yo.

– Pues ya ves, amigo, para nada funcionó. Toda la historia de la humanidad se escribe con las letras de la insolidaridad y la violencia. Nada ha cambiado. Las plegarias de la gente no les sirvieron para nada. Sin embargo, más adelante comenzaron a rezarme para que les concediese la fuerza de cambiar a las personas que tenían más cerca de sí: a sus conocidos, familiares, amigos… Pero tampoco sirvió de nada. Todo eran palabras y palabras, pero nada más.

– ¿Y hay alguna forma de que algo pueda cambiar? – Le volví a preguntar.

– Sí, hay una forma: hay que escoger bien qué es lo que se pide, pues todo no se puede pedir.

– ¿Y qué hay que pedir? – Le dije yo.

– Pide por cambiar tú, no para que cambien los demás, ni muchos menos el mundo. La única manera de avanzar hacia un mundo mejor es tu cambio, solo tu cambio.

Hoy más que nunca hay que levantar las manos y decir «stop» a cualquier actitud poco humana. Hoy más que nunca hay que ayudar a quien menos tiene y no secundar lo contrario. ¿Qué familia haría pagar los excesos de los que más tienen a sus mayores, niños y personas sin recursos?

¿Estamos dispuestos a asumir el reto de transformar las palabras en hechos?

¿Hasta cuándo vas a continuar permitiendo que tanta insolidaridad y voracidad devoren sin piedad a tantas familias y personas débiles?

¿Qué estás dispuesto a hacer por ser protagonista de la historia, y no un mero espectador pasivo e indoloro?

Quizá ha llegado la hora de levantar la tienda en la Plaza y colocarla dentro de nosotros. Quizá la tienda que ahora sirve mejor es una comunicación más fluida, con más acciones conjuntas y con más unión que nunca.

Santi

1 comentario en “¡Plaza Catalunya está en obras: se está re-construyendo!”

  1. Susanna Carpi says: -#1

    Hola Santi,
    Este Dios que has conocido en Plaça Catalunya, sin duda es el verdadero, simplemente porquè dice verdades.
    Además ha de serlo porquè yo no he podido estar en la plaza, pero cada dia me susurra estas mismas palabras al oido.
    Yo soy de las que esta completamente convencida y preparada para asumir el reto de pasar de las palabras a los hechos. De hecho ya lo estoy haciendo, con mi granito de arena, con mi gota de agua en el oceano, pero allí estoy, donde me necesitan.
    Un beso y un abrazo
    Susanna
    Muchas gracias por tus escritos

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