La primavera llega en un frasco de cristal

¡Hola! ¿Qué tal? Espero que estéis bien. Hace unas semanas me invitaron a dar una conferencia en el sur de Francia, justamente en Montpellier. Aunque sé un poquito de francés, no tengo el suficiente nivel como para poder explicarme tan bien como quisiera. Es por esto, que se me ocurrió hacer lo que os cuento a continuación:

Al subir a la tribuna, me dirigí en silencio hacia la mesa donde me esperaba una enorme botella con una apertura grande. Al lado, tenía un montón de piedras grandes, las cuales comencé a introducir dentro del enorme frasco. Cogieron todas, pero no cogía ni una sola más de las que había. Acto seguido pregunté al auditorio (que por cierto estaban flipando…)

– ¡Buenos días! ¿Alguien de ustedes puede certificar si el frasco está lleno? – A lo que todos respondieron que sí, pues efectivamente no cogía ni una sola más de aquellas enormes piedras.

Sin decirles nada más, saqué una bolsa de mi mochila, con piedras mucho más pequeñas, y comencé a verterlas dentro del frasco, las cuales se iban colando entre las rendijas que quedaban entre las piedras grandes. Fue sorprendente ver como llegué a verter casi un kilo de aquellas piedras.

Después, saqué otra bolsa de plástico repleta de arena fina. Era otro quilo más, que por supuesto conseguí colar entre las rendijas más diminutas que aún quedaban entre las piedras pequeñas y las grandes.

Y finalmente hasta vertí un litro entero de agua, el cual llegó hasta el mismísimo borde del frasco. ¡Ahora sí que no cogía nada más!

¿Qué enseñanza nos presta este ejercicio? – Les pregunté.

– Que aunque parezca que el frasco está lleno, siempre podemos esforzarnos más para meter más cosas… – Respondió alguien desde el fondo.

– Bueno sí… pero no es exactamente ésta la enseñanza que os quería prestar – Respondí yo.- Os propongo otra: “Si no pones las piedras grandes primero, después no las podrás poner pues no habrá sitio para ellas”.

¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida? ¿La familia, el trabajo, la fe, tus amigos?, ¿Alguna causa justa?, ¿Ayudar a otros?, ¿Un proyecto que siempre quisiste hacer? ¿Eres tú la piedra más grande o lo son siempre los demás?
Poner las piedras grandes primero, significa tener una vida grande y plena. Nadie se enamora de lo poco importante, sinó de aquello que nos aporta motivación y nos regala vida.

La primavera del alma nos despierta del letargo y nos recuerda que bajo el hielo siempre hay esperanza. Podemos continuar llenando nuestra vida de arena y piedras pequeñas o ¿Sería una valentía dedicar la vida a aquello que tanto amas?

¡Bienvenida primavera!

Santi

1 comentario en “La primavera llega en un frasco de cristal”

  1. Josep M says: -#1

    Una gran historia y herramienta magnífica para multitud de usos: Gestión del tiempo, resolución de conflictos, etc. incluso para una aplicación efectiva del Lean.

    Un abrazo

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies